Galería
El Aquarium Cap Blanc, más conocido popularmente como “Sa cova de ses llagostes” debe dicho sobrenombre al uso que se le dió tradicionalmente a la cueva como vivero de langostas.
Utilizada como criadero, las langostas se exportaban a los mercados de Barcelona y otras ciudades. También se conservaban aquí los excedentes que los pescadores no podían vender y que recuperaban en los días de mal tiempo en que la pesca no era posible, para no mermar sus ventas.
En 1989, para acondicionar el espacio, se realizaron cinco entradas de agua directas al mar, garantizando una excelente circulación y oxigenación del agua en todas las instalaciones. Se transformó en acuario, y hoy en día se puede observar una muestra representativa de las principales especies del mediterráneo ibicenco, desde los majestuosos meros a las coloridas julias o fadrins.
Gracias a sus óptimas condiciones de calidad de agua y a sus características naturales, en la actualidad, las instalaciones del acuario son utilizadas por el Centro de Recuperación de Especies Marinas (CREM), de modo que es posible encontrarse con animales en recuperación (principalmente tortugas marinas), que reciben tratamiento para una posterior devolución a su hábitat natural.